1958: Cerca de Munich, Alemania, cae el avión que transportaba al plantel del Manchester United. Fue cuando regresaban de Belgrado tras disputar un cotejo de la Copa Europa.
Tras el accidente, murieron 8 periodistas, 3 dirigentes y 8 jugadores, entre ellos Tommy Taylor, quién había jugado frente a la Argentina en 1953. El joven Bobby Charlton, luego campeón del Mundo en 1966, salva milagrosamente su vida. La misma suerte corrió el técnico Matt Busby, posterior entrenador de ese Manchester United campeón europeo.
Derrotó al Shamrock Rovers de Dublín (Irlanda) 6-0 en Manchester y 3-2 en el juego de desquite. Luego eliminó al Pribram de Praga, antecesor del Duckla de la antigua Checoslovaquia, tras vencer como local 3-0, pues de visitante cayó 1-0. Ya en los cuartos de final, obtuvo una victoria de 2-1 ante el Estrella Roja de Belgrado de la desaparecida Yugoslavia, y se clasificó, empatando 3-3 en el partido de vuelta. Y entonces ocurrió la tragedia.
Al día siguiente del partido, con la euforia de la clasificación lograda con el triunfo, los ingleses abordaron el avión de regreso a Manchester, en pleno invierno europeo.
Era el 6 de febrero de 1958. La delegación completa del Manchester abordó el vuelo 609 de la British European Airways con escala en Munich. Ese día una fuerte tormenta de viento y nieve caía sobre la ciudad alemana.
El capitán James Thain realizó dos intentos fallidos de despegue y en el tercero, a las 03:04 de la tarde, el avión se estrelló en unas tierras colindantes al aeropuerto. La tragedia conmovió a toda Europa y desde allí se trasladó al mundo entero.
El accidente arrojó 24 víctimas fatales, entre periodistas, dirigentes y miembros de la tripulación que perecieron junto a 8 jugadores del club: Geoff Bent, Roger Byrne, Eddie Colman, Duncan Edwards, Mark Jones, David Pegg, Tommy Taylor y Liam Whelan.
La fulgurante marcha del equipo que parecía destinado a convertirse en el mejor once de la historia del United quedó trunca a causa del accidente. Hubo 21 sobreviventes, entre ellos Busby y Charlton.
No obstante lo ocurrido, la Copa prosiguió y, con un equipo disminuido, el MU perdió la semifinal con el Milan de Italia mientras el Real daba cuenta del Vasas de Hungría. En la final el ballet blanco de Madrid se impuso, en alargue, 3-2 en una tarde esplendorosa de Alfredo Di Stéfano.