1986: "El partido de la pelota naranja"; River Plate da la vuelta olímpica en el estadio de Boca Juniors, tras vencerlo por 2 a 0. El partido se jugó con dos balones: uno naranja en los primeros 45 minutos, para evitar que se confundiera con los papeles que cayeron sobre la cancha, y uno blanco en el segundo lapso. Con ambos, Norberto Alonso anotó los dos goles, en lo que fue su último superclásico por Torneos Locales.